Nuestra primera cosecha de patatas
El sábado por la tarde los topos
nos conminaron a quitar las papas. Estaban las matas lozanas y hermosas,
acaparando las miradas de asombro de estos hortelanos primerizos. Aún más sabrosos
debieron parecerles sus frutos a los vecinos roedores. Refieren las cochinillas
que andan los topos indagando, por las redes sociales de la tierra, las
diversas maneras de saborear el generoso tubérculo. Algunos compartimos con
ellos, en comunión con el huerto, otros, los que estáis viendo, se vinieron con
nosotros, entre rachas de viento y besos de gozo.
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